La Hermandad Universitaria hizo historia el pasado Martes Santo incorporándose a la carrera oficial tras varios años desfilando la noche del Jueves de Pasión. El año pasado varió su clásico itinerario, como consecuencia del traslado a su nueva sede canónica en la Iglesia del Juramento, y de nuevo este año lo ha hecho pero ya para formar parte de los desfiles oficiales de la Semana Santa cordobesa, compartiendo el Martes Santo con las Hermandades de la Agonía, la Sangre, el Buen Suceso, la Santa Faz y el Prendimiento.


La Universitaria inició puntual la carrera oficial a las 19,30 horas en una tarde soleada que permitió verla también, por primera vez, a la luz del día y ante un público expectante sobre todo por contemplar la imagen de su Crucificado titular, el Cristo de la Sindone, obra de Miñarro López, que va camino de convertirse en una de las tallas más icónicas de la Semana Santa cordobesa.


 La procesión conservó todas sus señas de identidad: el silencio, roto solo por el sonido de la campana del muñidor que abre el cortejo marcando los tiempos, el hábito franciscano, la austeridad y las referencias a sus orígenes alcantarinos y a las tradiciones y esencias universitarias. Alusiones especialmente reflejadas, ya incluso desde el nombre,  en el paso de su Dolorosa titular: la Virgen de la Presentación y de Santo Tomás  de Aquino, obra de Martínez Jurado. Cerrando la  comitiva de medio centenar de nazarenos, y junto a otras representaciones, acompañaron el recorrido la vicerrectora de Internacionalización y Cooperación, Carmen Galán y el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Eulalio Fernández.


Un segundo detalle histórico lo constituye el hecho de que, por primera vez también, seis Hermandades de un mismo día hicieron estación al completo en la Catedral. Después, la Universitaria volvió a sus esencias nocturnas y a su recorrido por las viejas calles de la Axerquia reencontrándose con sus orígenes y con las señas de identidad  que la hacen ser esperada cada año por miles de cordobeses.

Publicado en Vida Académica